Mi
historia de vida…lectora.
A
primera hora del atardecer, de lo que pretendía ser una noche sofocantemente
fría de pleno invierno de 1994, en
Tlalpan Distrito Federal, Esperanza
Herrera Ruíz dio a luz junto con su
esposo Genaro Ramos Bernal al tercero y
último de sus hijos; a un pequeño al que nombraron David Abraham Ramos Herrera “El elegido por Dios, y padre de muchos
pueblos.” Este pequeño ha pasado a ser
un joven preparatoriano de 17 años, quien quiere contarles un poco de la magia en la que se está
adentrando, la magia de la lectura, de quien les hablo, él, ese soy yo.
Mi
país, mi cultura, mi familia, mis amigos son las razones principales que me
motivan a seguir adelante en este juego de la vida, al cuál, le quiero apostar
mis mejores fichas. Soy ese tipo de personas que su felicidad gira en torno a
cosas muy sencillas como el ver sonreír a mi madre mientras tomamos un café en
un día lluvioso metidos entre las cobijas, ó el morir a carcajadas con mis
cómplices; mis amigos, ó bien, improvisar una salida con mi padre y mi hermano
tan sólo a jugar una partida de fútbol, esas son las cosas que por más simples
que parezcan, son los mejores detalles que hacen que mi vida sea sumamente
especial. Soy un amante de la escritura
y la buena ortografía, mi mayor pasión es por supuesto el cine, y qué mejor que
eso que compartirlo con las personas
que amas. Mi mayor defecto es el miedo,
el nerviosismo, y contrariamente, mis
fortalezas son la perseverancia y la responsabilidad. Me veo como un pequeño
diamante en bruto, el cuál, con ayuda de mis profesores y de la mano con esta gran casa de estudios que está dando la
cara por mí, formaremos a un servidor que está dispuesto a servir
orgullosamente a su país.
Actualmente,
trabajo en un parque de diversiones, el cual lleva por nombre “Six Flags”,
antiguamente desempeñaba la función de cajero, pero ahora estoy recibiendo una
capacitación para subir al puesto de
“Líder A”, las funciones que este
desempeña es hacer los cortes de caja,
supervisar a mis compañeros, hacer capturas de productos vendidos e
inventarios. Me ha costado mucho trabajo, pero me es reconfortante ya que ha
sido el producto de mi perseverancia y
esfuerzo.
Desde
pequeño me han interesado mucho las ciencias, recuerdo que un seis de enero,
día de reyes, pedí con mucha ilusión un juego de química y uno de biología de
aquella marca tan famosa “Mi alegría”. Esa mañana fue impresionante para mí ver
que dentro de esos juegos, había un microscopio real y una rana en formol con
todos los instrumentos para estudiarla, abrirla, y disecarla, fue desde ese momento en que se despertó mi
gusto por las ciencias y el deseo de estudiar medicina, esto último compartido
con mi hermano mayor, con quién había idealizado planes de poner un consultorio donde nosotros
dos fuéramos los dos doctores de esa pequeña clínica, desafortunadamente mi
hermano hoy ya no está aquí, y es esa esta otra de las razones por las que definitivamente quiero estudiar medicina,
para cumplir el sueño de los dos.
Definitivamente,
mi sueño es terminar la carrera de Medicina, especializándome en pediatría,
tener una pareja con la cual viajar y disfrutar, y posteriormente tener
cuatro hijos; tres niños y una niña, me ilusiona mucho el hecho de imaginar
cuando lleve a mis hijos a la escuela, sentarme a ayudarles con su tarea y leerles un libro para antes de dormir. Con
esto, me sentiría realizado, ser feliz al lado de mi pareja, con cuatro niños
escandalosos gritando alrededor nuestro.
Mi
hermano ha sido una de las personas más influyentes en mi vida, como digo
anteriormente, él ya no está, pero puedo presumir que una de las cosas que más
valoro, es que me haya inculcado el hábito del estudio y de la lectura,
dejándome una gran herencia; un cuarto
repleto de libros de todo tipo, de distintos temas, de distintos olores, en
donde en cada uno de ellos encuentro una aventura diferente a la cual
adentrarme y descubrir un mundo. De esos libros, hay varios que han impactado e incluso han llegado a convertirse
en mis libros favoritos, entre ellos está: Momo, El niño que enloqueció de
amor, La ciudad y los perros, El amor en los tiempos del cólera, Cumbres
Borrascosas, entre otros más. Creo que la lectura es la parte esencial de un
buen profesionista, ya que puedes ser un doctor un abogado, un psicólogo, pero
obviamente, serías un abogado mediocre el cuál no ha disfrutado lo hermoso que
es leer una obra y enriquecerse mientras pasa cada hoja del libro entre sus dedos.
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