lunes, 20 de agosto de 2012

Ramos Herrera David A.


Mi historia de vida…lectora.

A primera hora del atardecer, de lo que pretendía ser una noche sofocantemente fría de pleno invierno  de 1994, en Tlalpan Distrito Federal,  Esperanza Herrera Ruíz dio  a luz junto con su esposo  Genaro Ramos Bernal al tercero y último de  sus hijos;  a un pequeño al que nombraron  David Abraham Ramos Herrera  “El elegido por Dios, y padre de muchos pueblos.”  Este pequeño ha pasado a ser un joven preparatoriano de 17 años, quien quiere contarles  un poco de la magia en la que se está adentrando, la magia de la lectura, de quien les hablo,  él, ese soy yo.

Mi país, mi cultura, mi familia, mis amigos son las razones principales que me motivan a seguir adelante en este juego de la vida, al cuál, le quiero apostar mis mejores fichas. Soy ese tipo de personas que su felicidad gira en torno a cosas muy sencillas como el ver sonreír a mi madre mientras tomamos un café en un día lluvioso metidos entre las cobijas, ó el morir a carcajadas con mis cómplices; mis amigos, ó bien, improvisar una salida con mi padre y mi hermano tan sólo a jugar una partida de fútbol, esas son las cosas que por más simples que parezcan, son los mejores detalles que hacen que mi vida sea sumamente especial.  Soy un amante de la escritura y la buena ortografía, mi mayor pasión es por supuesto el cine, y qué mejor que eso que compartirlo con   las personas que amas.  Mi mayor defecto es el miedo, el nerviosismo,  y contrariamente, mis fortalezas son la perseverancia y la responsabilidad. Me veo como un pequeño diamante en bruto, el cuál, con ayuda de mis profesores  y de la mano con  esta gran casa de estudios que está dando la cara por mí,  formaremos  a un servidor que está dispuesto a servir orgullosamente a  su país.

Actualmente, trabajo en un parque de diversiones, el cual lleva por nombre “Six Flags”, antiguamente desempeñaba la función de cajero, pero ahora estoy recibiendo una capacitación para subir al puesto de  “Líder A”,  las funciones que este desempeña es  hacer los cortes de caja, supervisar a mis compañeros, hacer capturas de productos vendidos e inventarios. Me ha costado mucho trabajo, pero me es reconfortante ya que ha sido el producto de mi perseverancia y  esfuerzo.

Desde pequeño me han interesado mucho las ciencias, recuerdo que un seis de enero, día de reyes, pedí con mucha ilusión un juego de química y uno de biología de aquella marca tan famosa “Mi alegría”. Esa mañana fue impresionante para mí ver que dentro de esos juegos, había un microscopio real y una rana en formol con todos los instrumentos para estudiarla, abrirla, y disecarla,  fue desde ese momento en que se despertó mi gusto por las ciencias y el deseo de estudiar medicina, esto último compartido con mi hermano mayor, con quién había idealizado  planes de poner un consultorio donde nosotros dos fuéramos los dos doctores de esa pequeña clínica, desafortunadamente mi hermano hoy ya no está aquí, y es esa esta otra de las razones por las que  definitivamente quiero estudiar medicina, para cumplir el sueño de los dos.

Definitivamente, mi sueño es terminar la carrera de Medicina, especializándome  en pediatría,  tener una pareja con la cual viajar y disfrutar, y posteriormente tener cuatro hijos; tres niños y una niña, me ilusiona mucho el hecho de imaginar cuando lleve a mis hijos a la escuela, sentarme a ayudarles con su tarea y  leerles un libro para antes de dormir. Con esto, me sentiría realizado, ser feliz al lado de mi pareja, con cuatro niños escandalosos gritando alrededor nuestro.

Mi hermano ha sido una de las personas más influyentes en mi vida, como digo anteriormente, él ya no está, pero puedo presumir que una de las cosas que más valoro, es que me haya inculcado el hábito del estudio y de la lectura, dejándome una gran herencia;  un cuarto repleto de libros de todo tipo, de distintos temas, de distintos olores, en donde en cada uno de ellos encuentro una aventura diferente a la cual adentrarme y descubrir un mundo. De esos libros, hay varios que  han impactado e incluso han llegado a convertirse en mis libros favoritos, entre ellos está: Momo, El niño que enloqueció de amor, La ciudad y los perros, El amor en los tiempos del cólera, Cumbres Borrascosas, entre otros más. Creo que la lectura es la parte esencial de un buen profesionista, ya que puedes ser un doctor un abogado, un psicólogo, pero obviamente, serías un abogado mediocre el cuál no ha disfrutado lo hermoso que es leer una obra y enriquecerse mientras pasa cada hoja del libro entre sus dedos.

Actualmente, me encuentro inscrito en el grupo 609, de Área 2, en la Escuela Nacional Preparatoria No. 5, y para mí, es lo mejor que me pudo haber pasado, ya que ser parte de esta prepa, y más de la UNAM, es algo que no tiene precio, estar aquí, es mágico, ya que no deja de sorprenderme la capacidad y preparación de cada uno de mis maestros, haciendo de cada día de estudio una  nueva aventura en la cual aprendo con mucho gusto. Es un orgullo estar aquí, en una universidad que está poniendo un cien por ciento de confianza en mí, y no  le fallaré.

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