Morales Ramos Ana K.

Mi historia de vida…lectora.

Mi nombre es Ana Karen, tengo 17 años, yo nací el 4 de Octubre de 1994 en el Distrito Federal. Vivó con mis padres, mi mamá se llama Catalina Ramos y mi papá, Vicente Morales, tengo dos hermanas y un hermano que ya están casados, siempre me han gustado mucho los niños, así que me encanta tener  3 niñas y 2 niños como sobrinos y por supuesto los cuido y los quiero mucho.

Desde pequeña siempre he sido muy risueña y a la vez muy tímida, recuerdo cuando iba en la primaria, no podía pasar ni un solo día sin que yo riera a carcajadas con esos amigos tan inolvidables que en ese tiempo conocí. Pocas personas me conocen realmente y saben que la parte más primordial de mi vida es mi familia, los amo demasiado, tanto, que puedo cerrar los ojos y verme festejando cada una de las Navidades que he pasado con ellos, todos esos momentos tan especiales y significativos para mi desde que tengo memoria.

Todos los días me levanto con la ilusión de ver a mis amigos, de reírme con ellos; de escribir en mis cuadernos ese nuevo juego de palabras que me enseñan mis maestros, sin embargo el momento más importante de mis días, ocurre cuando al salir de la escuela, me dirijo al trabajo de mi mamá y así sentadas en una mesa podemos compartir la comida y lo mejor es que puedo sentir que me escucha, que me entiende y que me quiere, después, cuando el cielo se oscurece y podemos estar en casa junto con mi papá que llega de trabajar, pasamos el tiempo juntos, hasta que llega la hora de dormir.

Entre las cosas que más me gusta hacer, está bailar, desde niña lo intentaba, pero fue en la adolescencia cuando realmente aprendí, también me gusta mucho nadar y estar chacoteando en el agua; me fascina acostarme en el pasto y ver el cielo cuando esta a punto de llover, pero lo que más me puede gustar y tranquilizar es subir a la azotea de mi casa y poder contemplar la luna y las estrellas donde es inevitable pensar que esa persona especial a la que tanto extraño se encuentra ahí, viéndome.

Desde que era una niña y hasta el día de hoy, me causa un gran entusiasmo poder ayudar a las personas que me necesitan, en especial los abuelitos y los niños, es por eso que una de mis metas en la vida es estudiar Medicina, y uno de mis sueños es que cuando pase el tiempo y pueda verme en el espejo, ya sea una mujer que decidida a ayudar a esos niños que viven en el mundo y que mueren de desnutrición pueda cambiar por fin, la esperanza con la que esas personitas viven.

Todavía recuerdo a mis hermanos, leyendo cada uno de los libros que traían de la biblioteca de sus escuelas, creo que desde que vi tantas letras juntas, empezó en mi la curiosidad por saber todo lo que esas páginas decían, cuando por fin pude saberlo empecé a buscar libros que con el título me invitaran a querer descubrir que es lo que sus páginas decían, es así como “Treinta días antes de morir” de Roslyn Ison y “Volar sobre el pantano” de Carlos Cuauhtemoc Sánchez, se han vuelto dos de mis libros favoritos.

Para mí es muy importante que los jóvenes tengamos una cultura lectora, ya que por medio del lenguaje nos comunicamos y por medio de los libros es que lo enriquecemos. Gracias a que pertenezco a la Escuela Nacional Preparatoria No.5 he aprendido y reforzado la forma correcta en que se debe de hablar y se que aún me faltan palabras por descubrir.